domingo, 6 de junio de 2010

JESÚS MALIA (MODERADOR SEGUNDA FECHA)


Jesús Malia Gandiaga nace en Barbate (Cádiz) en 1978.
En 1996, comienza a estudiar Matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid, apenas unos días después de hacer sus primeros versos.
Tiene publicado el poemario ‘la cinta de moebius’, Patrañas, 2007; también en 2007 aparece en la antología ‘Nueva Poesía Hispanoamericana (19ª edición)’, Lord Byron. En 2009, es incluído en la antología ‘Poesía Capital’, de Sial/Contrapunto, y participa del ciclo de poesía española e hispanoamericana ‘Madrid: una ciudad, muchas voces’.
En lo profesional, imparte clases de Matemáticas en Enseñanza Secundaria.
Mantiene el blog http://poesiaabierta.blogspot.com.

PEDRO MONTEALEGRE (SEGUNDA FECHA)


Pedro Montealegre (Santiago de Chile, 1975)


Es periodista. Reside en Valencia desde el año 2001. Ha publicado los libros Santos Subrogantes (Ediciones de la Universidad Austral de Chile, 1998); La Palabra Rabia (Editorial Denes, Valencia, 2005); El Hijo de Todos (Ediciones del 4 de Agosto, Logroño, 2006); Transversal (El billar de Lucrecia, México D. F. 2007); y Animal Escaso (Ediciones Idea, Las Palmas de Gran Canaria, 2010). Con su segundo libro ganó el IV Certamen de poesía César Simón, de la ciudad de Valencia, y por el mismo le fue concedida la mención honrosa en el Premio Municipal de Poesía de Santiago, el año 2006. Ha sido publicado en las antologías El decir y el vértigo. Panorama de la poesía hispanoamericana reciente 1965 - 1979 (Filodecaballos. Conaculta, México, 2005); Voces del Extremo, Poesía y Vida (Fundación Juan Ramón Jiménez, Moguer, 2006); Diecinueve -poetas chilenos de los noventa- (J.C. Sáez Editor. Santiago, 2006); y en Sin red ni salvavidas. Poesía contemporánea de la América Latina (Secretaría de Cultura de Colima-CONACULTA, México, 2009). Publica en el blog: http://montealegrepedro.blogspot.com/"


Un poema de Pedro Montealegre


ARDER. ARDER. Sabor del salitre que abandona el cuerpo. Hedor. Piel quemada
en medio. Y el beso. Fugar. Fagocito. Fuego. Fatiga. Y la Sal. El recuerdo
contamina. El recuerdo. Égloga del solo que lee las llamas. Yo llamo, él siente
el abrazo del poema. La inanición del poema, similar a él mismo. Sobrevívete, oye
el crujir de maderas, el crujir del hueso cuando se encuentra con hueso.
Todo arde con el incendio. El agua es incendio. Lo indecente reclama
su lugar en el incendio. Lo puro y lo sacro. Arder. Arder. Diga, ¿qué sube
en el termómetro del ojo? Una araña de vapor. Una araña de flúor, de fósforo, dos
átomos de oxígeno y uno de carbono -así se crea un fantasma. Se trata de tierra.
Países como hornos, fraguas de pan, dientes de lava -dulces- miel, delito, dáctilo
de quien estira los labios y quema el placer. Pero hay engaño. Hay doler
en la gramática de quien come. Y otro no. Y otro huele. Perros podridos,
dentadura de perros como flores siniestras, gusanos bellísimos parecidos a hielo
formando estalactitas. La oquedad. La memoria. Arder. Arder. Sudar la hiel.
Pedazo de vidrio llamado ciudad. Tu fuego y tu fuga. Fagocito. Fatiga. Fe, y más
que fe: falacia. Todo arde con el incendio -de sílabas, hombres. Y tú, allí,
revoluciona el repertorio, ¿es de hierro?, ¿es ladrillo? Construcción, no me sirves
para poder vivir. Yo quiero ser todos, llamarada sin causa, más que arder
en direcciones del hábito. No habito. Ser. Manga de polillas contra el lucero. Ser
de polillas destrozadas por la palabra electricidad. Pero hay engaño. Ah, tierra:
con mujeres, hombres, todos aplastados por la bota: Ver: hombres, mujeres.
Muéranse de hambre, la pólvora cante con verdadero esternón. Esternón de ti
golpeando el gong del contramaestre. Yo caigo. Yo caigo. Y tú, ¿qué haces aquí,
si no hay más que arder? Arder. Arder, así la marejada vista desde dentro.
Hambre de palabras, lenguaje cuya estructura es una brasa en llamas, fría, sal
depositada en la lengua y, sin embargo, glaciar. Salitre que abandona.
Niñas entumecidas sin saber qué decir. Ciudad. Cíclope. Hombre. Desterrado.
Delito del poema que se cae de la boca, ya diente, saliva. Vergüenza del aire,
presto a desaparecer. Lo puro y lo sacro. Arder. Arder. Llama el beso
conservado en formalina. Pudrición necesaria. Olor chamuscado. Y fe. Y fin.


Poema de La Palabra Rabia (Denes, Valencia, 2007)


BÁRBARA BUTRAGUEÑO (SEGUNDA FECHA)

Bárbara Butragueño (Madrid, 1985)

Es licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid. Ha llevado a cabo multitud de recitales de poesía, la mayoría de ellos a través de la Red de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, además de participar periódicamente en diferentes tertulias literarias y realizar toda clase de eventos poéticos.

Con su primer poemario, Naufragios diminutos, quedó finalista del Premio Adonais a los diecinueve años de edad. Con su segundo poemario, No sabes nada del viento, ha quedado finalista del Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande (2008) y del VII Certamen Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos (2008). También ha colaborado en diversas antologías, como la recién publicada “Antología de Poesía Capital” (SIAL, 2009) o “El Tejedor en Madrid” (La única Puerta a la Izquierda, 2010)
Recientemente ha concluido su tercer poemario, aún inédito, Incendiario (finalista del IX Certamen Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos, 2010).

Su actividad poética la compagina con la pintura. Ha realizado múltiples exposiciones en diferentes ciudades de España y Francia. En todos sus trabajos plásticos se plasma de manera inevitable su poesía, por ello trata de reunir ambos elementos en un mismo contexto, realizando ilustraciones para sus poemas y llevando a cabo recitales allá donde se exponen sus obras.



Un poema de Bárbara Butragueño



Yo también tiemblo la copa vacía
lamo la luz como un insecto
pero me reconocerás
y no hablaremos ruinas entre la noche
no me sangraré en legión

me reconocerás entre tus dedos
calma suspendida
sin tumba ni memoria

porque no hay plegaria oscura
ni llaga ni medida
no hay dolor bajo los párpados
números ardiendo falsa eternidad
sólo mi sangre
supurando habitaciones blancas
y tú cubierto de frutos
hablándome el rostro.

Me reconocerás
bosque caballo hormiga
no espina pulida en silencio
no paz entre cuchillos
sólo quieta claridad en la lluvia
justo antes de estallarte en peces

y no habrá membrana ni residuo
ni muros calcinados
ni sutura que te aleja

porque no hay hemorragia
hay camino.


LOURDES DE ABAJO (SEGUNDA FECHA)


Lourdes De Abajo (España)

Poeta y compositora. Profesora Superior de Piano y Profesora de Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento. Actualmente ejerce la docencia como profesora de Música de Secundaria y Bachillerato. Es miembro de la Red de Arte Joven de la Comunidad de Madrid.

Ha publicado Aniquilación mía (Amargord, 2009) y sus textos han sido recogidos en antologías como El río de los amigos, homenaje a Antonio Gamoneda, (Madrid, Calambur, 2009) La mujer rota (México, 2008), Antología de poesía española actual, antología del beso (Málaga, 2009) y la virtual Un mundo y aparte. Sus textos han sido traducidos al portugués, italiano y gallego.

Ha ganado varios premios de poesía, entre ellos el primer premio en el “VI Concurso poético José Zorrilla 2008” de Valladolid. Ha participado en encuentros poéticos y ofrecido numerosos recitales entre los que destaca su participación en eventos como “La Noche en Blanco” de Madrid, las “I Jornadas de poesía de La Bañeza” de León o las “I Jornadas de Poesía de Barcelona”. Sus textos aparecen publicados en revistas especializadas como “Es hora de embriagarse con poesía”, “Poetas del Mundo” o “The Children´s Book of American Birds”, “Alambique” o la mexicana “Ámbar”, además de en numerosos portales y sitios de Internet.

Como compositora se han estrenado obras suyas para piano solo, coro, música de cámara y banda en diferentes lugares de la geografía española.

En la actualidad espera la publicación del poemario almendra junto al poeta Luis Luna así como de su nuevo libro Paisaje adentro.


Dos poemas de Lourdes de Abajo



El lápiz es la soga
que anuda este dolor.

Y lo sostiene.


Del poemario Aniquilación mía.




Beso de arena y agua.
En un rincón sostenido
mece el útero la almendra.
Cómo no recordar sangres,
ni duelos, ni lejanía.


Del poemario de próxima aparición almendra.

ALFONSO LÓPEZ (SEGUNDA FECHA)


Alfonso López (España, 1971)

Nací en un lugar llamado Gamonal un día 15 y sábado de 1971. Llegué a Madrid diez años después y creo que ya escribía. Sí, ya lo hacía. Al llegar a la universidad empecé a publicar y a editar una revista con alguno de mis compañeros, y a pensar que la poesía era mi manera de darme y de exorcizar mis ruidos. También conocí y disfruté los recitales del Nuestra Sra. de África, por lo que posteriormente me sentiría con ganas de organizar eventos con la palabra como centro. Realicé radio, El Otoño en Pekín, 2ª época, en Onda Verde, durante unos cuantos años, así como participaba en otras tertulias o reuniones de amigos en torno a la literatura.
En 2003, colaboré en el barrio de Lavapiés con la Asociación Cultural Raska-yú, y poco tiempo después se puso en marcha El Tren Vertical en la sala Artepolis, junto con Felipe Rubio. Más adelante en 2006 continuó su marcha en el bar Malatesta.
Se publicaron alguno de mis poemas en revistas como Alabastro, Cuadernos del Matemático, Generación Espontánea… y he aparecido en la antología Poesía Capital, Sial ediciones (2009). Unos meses más tarde apareció el libro Trampolín Etcétera, de la editorial Poesía Eres Tú, en el que me acompañan Sergio Cruz Placer e Hipólito García “Bolo”.


Un poema de Alfonso López

A Víctor Mira, in memoriam

No se soportan nuestros cuerpos,

Aunque caminemos erguidos
fallan
para luego consumirse en su propia fatalidad:
cierta tendencia al desvarío, a la inclinación
hacia un lado o hacia otro…
Es hermoso tender no se sabe aún hacia dónde…
¡como si se confiara en otra manera de alzarse!

No se soportan nuestros cuerpos
no es por cansancio ni pereza

ni por moda

ni esnobismo
ni enajenación transitoria,
nada de eso.

No se soportan, ya lo he dicho.

Es la percepción de que todo puede ser tan hermoso o muy viciado,
de que un día para otro se cambien los perfiles
las verdades que se admitieron al principio…

entonces,

solo entonces,

todo cambie sin motivo,

sin causa aparente o conocida
pero que se percibiera lentamente.

No se soportan nuestros cuerpos,

ni caemos ni dejamos que se entorpezca nuestro paso.


No se soportan a sí mismos,
eso es todo.





JORGE OLIVERA (SEGUNDA FECHA)


Jorge Olivera (Uruguay, 1964)


Es profesor de Literatura egresado del Instituto de Profesores Artigas (Montevideo, 1986), Profesor e Investigador en Lengua y Literatura Española (Madrid, 1991) y se doctoró en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Complutense de Madrid (2008) con una tesis sobre la obra del narrador uruguayo Mario Levrero.

Ha publicado, entre otros, los siguientes libros:

Poesía:
Poemas del desierto de Mojave, Diputación Provincial, Soria, 1994. Este libro obtuvo el IX Premio Gerardo Diego para autores noveles en 1993.
Labios del poniente, Vintén Editor, Montevideo, 1999. Este libro obtuvo en 1999 el Premio Municipal de Poesía de Montevideo.
Mompracem, Ediciones de la Crítica, Montevideo, 2002.

Cuentos:
La expedición al Dorado y otros cuentos, Editorial Aymara, Montevideo, 1996.

Ensayo:
La cultura en el periodismo y el periodismo en la cultura, Universidad de la República, Montevideo, 2007. Ensayo sobre la prensa cultural en el Río de la Plata, análisis de casos emblemáticos (es co-autor).
Intrusismos de lo real en la narrativa de Mario Levrero, Servicio Publicaciones Universidad Complutense, Madrid, 2009. http://eprints.ucm.es/8631/


Un poema de Jorge Olivera


el desierto de mojave


al oeste del paraíso las señoritas visten hermosas minifaldas
y lamen los sexos de los hombres,
en el desierto de mojave los aviones caza phantom
sean quizá una rutina, nada más;

aunque la vida siga viniendo como lluvia torrencial tras el alba,
y en largos trenes bronson y coburn luchen para ver
quién es el más duro,
me quedaré mirando las casas viejas con techos semiderruidos
que esperan mejores tiempos,
y mientras se graban los éxitos cinematográficos
de los próximos años,
siento venir un peregrinar diario,
que de viaje en viaje me derrota,
y ahí están los viejos discos,
para probar que alguna vez fueron escuchados
y fuimos amando a personas que ya no existen
que nos miran sin conocernos.

en la costa oeste las señoritas muestran sus voluminosos senos,
mueven sus caderas ansiosas de captar los ojos de los hombres,
es demasiado,
ya no miro más allá del desierto de mojave.


BLANCA MOREL (SEGUNDA FECHA)


Blanca Morel (Madrid, 1970)


Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación, sobre todo en televisión, realizando labores de redacción, coordinación, locución y presentación en diferentes programas emitidos por TVE en Canarias, así como en otras cadenas y productoras. Ha coordinado talleres de poesía y colaborado en revistas literarias como “Fábula”, entre otras. Ha realizado numerosos recitales poéticos en Las Palmas de Gran Canaria junto con sus compañeros de grupo literario con los que ha escrito un poemario titulado “Taxidermia”, prologado por Leopoldo María Panero. Ha publicado el poemario “Bóveda” (Madrid, 2008, Editorial Amargord). Figura en el libro de relatos breves “Fricciones” (Tenerife, 2007, Asociación Beecham) y en la antología “Bukowski Club 06-08, Jam session de poesía” (Madrid, 2008, Ediciones Escalera).



Un poema de Blanca Morel


No hay nada sólido
al final de mi brazo

mis manos de agua
escapan de tus dedos

mis manos de río
pasan sin mirar

un río que fluye
o un mar que se bifurca

llevamos una piedra
y mis manos se han hundido

llevamos una piedra
y no hay nada a lo que asirme

me hundo
clavada en esta fuente que me lleva

me hundo
y me alegro de morir

morir es respirar dentro del agua

ARTURO BORRA (SEGUNDA FECHA)



Arturo Borra (Argentina, 1972)


Ha participado en las antologías poéticas Aldaba (2003), Cuadernos Caudales de Poesía (2007) y Los centros de la calle (2008). Es autor de los poemarios La vigilia del deseo (1998), La sombra del mediodía (2001), Esplendores vulnerados (2004), Figuras de la asfixia (2007) y Umbrales del naufragio (de próxima aparición en Baile del Sol), así como la prosa poética Anotaciones en el margen (2005) la plaquette Cielo partido (Ediciones Zahorí, Valencia, 2009) y el libro de cuentos La reinvención del mundo (2008). Colabora regularmente con publicaciones literarias y comunicacionales en revistas de Argentina, México y España.





Un poema de Arturo Borra


Poema del hambre


“No parece que quepa, hoy en día, otra poesía más que la que diga el hambre”.
Chantal Maillard


Preguntás cómo se conjuga la palabra
«hambre» en un poema. Pero un poema
sin hambre no es. No todos saben que el hambre
es poema, que no hay
palabra que salve de la desnutrición que rompe
los cuerpos.

Es cierto que la palabra «hambre» no es
todavía cuerpo hambriento. Apenas un poema
la menciona avergüenza de delgadez
(pero quien conjuga
no puede conformarse con la plenitud
de lo inexistente).

Un poema sin hambre es palabra desdentada,
altar de sacrificios.
La palabra
«hambre» no llena el poema: lo abandona
desnutrido hasta la médula, socava
su manta, la geometría del
equilibrio.

El hambre muerde tanto silencio y
por hambre se escribe:

para ofrecer el vientre.